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Cómo Se Vestían Los Mexicas En Fiestas?

Cómo Se Vestían Los Mexicas En Fiestas
Los mexicas o aztecas del centro de México utilizaban en sus ceremonias ciertas prendas de vestir tejidas de algodón o de fibras vegetales, o simplemente hechas de papel de amate, y cubiertas de diseños.

¿Cómo vestían los mexicas hombres y mujeres?

Vestido militar – Representación ilustrativa del vestido militar antes de la Conquista. Representación ilustrativa del vestido militar antes de la conquista. En la época prehispánica, los guerreros usaban básicamente la misma vestimenta sencilla, el maxtlatl y tilmatli, aunque con algunos arreglos, ya que con la misma tela del maxtlatl o con un pedazo de tela extra hacían una especie de concha para proteger sus genitales, la cual era además adornada.

Los grupos distinguidos de guerreros podían, por su parte, usar una especie de mono (Fig. f) que les cubría todo el cuerpo y que era adornado con dibujos, además de usar cascos o sombreros en forma de cabezas de animales o conos, los cuales los distinguían de los demás. En la espalda portaban una reja, como una moderna mochila sobre la cual se colocaban diferentes arreglos de papel, pluma o telas que los distinguían de los demás y les daban un aspecto más apabullante.

Un vestido que sí era característico de los guerreros, era un chaleco acolchonado de algodón, con el cual se podían proteger de los cortes hechos con las navajas de la macana, En algunas clases altas este era hecho con piel y conchas marinas, lo que lo hacía más vistoso y protector.

¿Cómo se vestian los mexicas?

El vestido prehispánico del México antiguo Poco después del nacimiento de una niña, se le traían utensilios para hilar y tejer y simbólicamente se le instruía en su uso. Cuando una mujer se sentía próxima a la muerte, frecuentemente quemaba todos los implementos de su trabajo cotidiano para que la esperaran en el mundo del más allá.

Los aztecas tenían una Patrona especial para las trabajadoras textiles, Xochiquétzal, la primera mujer, según se decía, que había hilado y tejido. En el Códice Matritense se representa a Xochiquétzal sentada frente a un telar, vestida ricamente y adorada por mujeres que tenían gran habilidad con la aguja.

La escena se refiere a la fiesta del atamalqualiztli, que se hacia cada ocho años para celebrar el rejuvenecimiento de la naturaleza, Tlazolteótl-Toci, quien principalmente era la diosa del henequén y del algodón, también estaba íntimamente asociada con el hilado y el tejido; aparecía con madejas de algodón sin hilar y con husos en su tocado.

Los mayas creían que la esposa del dios del Sol era la patrona del hilado: Ixchel, la diosa de la Luna, que era mencionada también como “la de las trece madejas de tela a colores”. Su hija Ixchebelyax era la patrona del bordado. Así, el hilado y el tejido en el México antiguo formaban parte en la vida de la familia de los indígenas.

Era obligación de la mujer instruir a sus hijas en las artes domésticas. Cada hogar recreaba sus propios tejidos y los aspectos del oficio eran conocidos en todas las clases sociales. Las mujeres jóvenes de la nobleza se enorgullecían de saber tejer y bordar toda dase de telas ricas; para ello recibían instrucciones en seminarios especiales anexos a los templos.

  • Frecuentemente se empleaba esclavos para hacer los tejidos que como tributo exigía el gobierno; si mostraban habilidad particular en este trabajo se salvaban del sacrificio El gobierno reconocía el arte del tejedor.
  • El Consejo de Música, que supervisaba a todas las artes, alentaba los gremios de artesanos para producir varios tipos de tejidos finos.

Además, entre los artículos más representados en la Matrícula de Tributos se hadaban los de algodón. Las telas se utilizaban no solamente para vestidos sino para tapizar paredes y en doseles, tapetes y cobertores, manteles, toallas, servilletas, entre otros usos.

Las mantas se utilizaban también como moneda, como se ilustra en los códices, el vestido indígena era generalmente sencido de líneas, aunque rico en su diseño textil; rara vez carecía de adornos especiales en forma de franjas, aditamentos, plumas, conchas o algún otro método de ornamentación. En general, los vestidos se hacían sin necesidad de cortar la tela; un cierto número de lienzos rectangulares se cosían para darles la forma deseada; de manera que los trajes variaban más en color, textura y ornamentación, que en sus formas básicas, El uso de los vestidos de algodón parece haber sido una prerrogativa de las clases privilegiadas.

La gente común se vestía de “nequén” y telas burdas de algodón. Los hombres generalmente usaban taparrabos ( máxtlatl ) y una manta ( tilmatli ). Las mujeres vestían falda ( cueitl ), faja ( nelpiloni ) y huipil ( uipilli ). A las diosas y a las mujeres de rango se les representaba frecuentemente usando un quechquémitl,

Los accesorios del vestido para las ocasiones ceremoniales se adaptaban a la costumbre. Tomado de Johnson, 1959. Irmgard Weitlaner Johnson. Antropóloga y maestra en arte por la Universidad de Berkeley. Investigadora y estudiosa de los textiles indígenas mexicanos, en especial de los tejidos en telar de cintura Weitlaner Johnson, Irmgard, “El vestido prehispánico del México antiguo”, Arqueología Mexicana, edición especial, núm.19, pp.8-9.

: El vestido prehispánico del México antiguo

¿Cómo se vestian los mexicas el Día de Muertos?

Los atavíos constaban de una gran variedad de figuras y materiales. Entre ellos se distinguían las prendas de vestir comunes: taparrabos, capa y chaleco para los dioses, falda y camisa para las diosas.

¿Qué colores usaban los mexicas?

Las paletas mexicas – El arqueólogo explica que los mexicas usaban dos paletas pictóricas, una de ellas la encontramos en los códices, y abarca una veintena de colores; en cambio, para la pintura mural y los monolitos se utilizaron sólo cinco: azul, rojo, negro, ocre y blanco.

En la primera paleta se usaron muchos pigmentos orgánicos, mientras que en la segunda, por estar destinados a cubrir superficies expuestas a la intemperie, era necesario el uso de pigmentos de origen inorgánico y, por lo tanto, más resistentes. Así pues, el azul se obtenía mezclando una arcilla que quizá provenía del norte de la península de Yucatán (usada para producir el azul maya) con la planta del índigo, el blanco es calcita, el negro procedía del carbón vegetal, el rojo de la hematita y el rojo vino a través de una mezcla de hematita y titanomagnetita, y estos polvos se fijaban en las superficies usando mucílago de orquídea, según revelan recientes estudios de espectrometría.

López Luján advierte que en los pueblos mesoamericanos, que eran sociedades predominante agrícolas, en algunos casos estos colores imitaban a la naturaleza y los cultivos, los colores del maíz; sin embargo, no olvidemos que el color también tiene una dimensión de realismo, y también había referencias concretas a sus creencias y a la forma como ellos se veían a sí mismos, como por ejemplo en el uso del ocre, que era lo más parecido al color de piel de aquella raza; o en el uso del rojo para simbolizar la vida, fluyendo por las venas, o el azul, que se pintaba en los senos de las diosas para simbolizar la fertilidad y la nutrición.

¿Cuál era la cultura de los mexicas?

La religión – Los mexicas fueron un pueblo politeísta, es decir, que creía en varios dioses. Cada uno de los dioses representaba fenómenos naturales como el viento (Quetzalcóatl), la lluvia (dios Tláloc), el frío (dios Huehueteotl), entre otros. Los dioses interactuaban para que el mundo tuviese orden y pudiera funcionar.

Por eso los mexicas consideraron que era importante tener a los dioses satisfechos y para ello, les ofrecían sacrificios. Algunos rituales eran pequeños, como los que se hacían antes de cocinar el maíz. Otras ceremonias requerían de sacrificios humanos, como los que se hacían en honor al sol, es decir, a su dios principal: Huitzilopochtli.

En su forma de entender el mundo, Huitzilopochtli los había elegido para que lo mantuvieran en movimiento, alimentándolo y dándole las energías que necesitaba para que el universo siguiera existiendo. Cómo Se Vestían Los Mexicas En Fiestas Huitzilopochtli en el Códice Borbónico. Esta es una representación del dios mexica de la guerra y el sol.

¿Cuál era el idioma de los mexicas?

náhuatl – Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile A la llegada de los españoles a México, el náhuatl era una de las lenguas más habladas de la región. Como lengua materna, era hablado por una amplia población indígena en el altiplano central mexicano, que constituía el núcleo principal del imperio azteca.

  • Durante los siglos XIV y XV, la expansión del dominio azteca convirtió al náhuatl en la lengua franca por excelencia en gran parte del territorio mesoamericano y expandió, de manera considerable, el número de hablantes de esa lengua.
  • Perteneciente a la familia de las lenguas yuto-nahuas, el náhuatl es un idioma de tipo aglutinante con una estructura gramatical y morfológica muy diferente a las lenguas de la familia indoeuropea.

A pesar de las dificultades que ofrecía su aprendizaje a los misioneros españoles, no tardaron en aparecer las primeras gramáticas y diccionarios, fundamentales para la labor evangelizadora. Los franciscanos fueron pioneros en el estudio del náhuatl, siendo el Arte de la lengua mexicana (1547) de fray Andrés de Olmos la primera gramática escrita en América sobre una lengua indígena, que quedó inédita hasta su publicación en el siglo XIX.

Poco después, fray Alonso de Molina publicó el primer Vocabulario y Arte de la lengua náhuatl, los que marcaron una senda que seguirían, durante ese siglo y los siguientes, muchos otros misioneros católicos. Hoy en día, el náhuatl es la segunda lengua indígena más extendida en toda América y la primera en México, con más de un millón y medio de hablantes, la gran mayoría de los cuales, viven en las regiones rurales del centro de México.

: náhuatl – Memoria Chilena, Biblioteca Nacional de Chile

¿Cuál era la comida de los mexicas?

Mexicas tomando un almuerzo Códice Florentino, siglo XVI, En esta imagen se caracteriza el timo uso alimenticio del maíz. El ingrediente básico y el más importante de la gastronomía azteca (o, más apropiadamente, gastronomía mexica ) fue el maíz, un cultivo que era muy importante para la sociedad azteca,

  1. El maíz desempeñaba un papel muy importante en la economía mexica, pues sirvió durante cierto tiempo como moneda.
  2. Asimismo, en la mitología, pues Cintéotl era la energía (o «dios», como se interpretó erróneamente después, según la mentalidad europea ) del maíz, y a Huitzilopochtli se le veneraba o se le ofrendaba con cañas de maíz.

​ Así como el trigo en Europa y el arroz en la mayoría de Asia oriental, el maíz era considerado un «alimento sin el cual la comida no era comida». Se cultivaba un inestimable número de variedades, las cuales varían en color, textura, tamaño y calidad.

Hay seis tipos fundamentales de tipos de maíz: dentado, duro, blando, o harinoso, dulce, reventón y envainado. El maíz blando y harinoso se llama también maíz de las momias, porque es la variedad que generalmente se encuentra en las sepulturas de los aztecas. Estas variedades eran consumidas principalmente en forma de tortillas, tamales o atole, además de otros guisos.

Otros alimentos comunes entre los aztecas, fueron la sal y los chiles, que eran los condimentos básicos de la cocina azteca; llegando incluso a ser sacrificio el privar la comida de estos sabores. Otros alimentos importantes fueron los frijoles y las diferentes variedades de granos de amaranto, y la chía,

La combinación del maíz y estos alimentos básicos habrían proporcionado al pueblo azteca, una dieta decente sin importantes deficiencias en vitaminas o minerales. El tratamiento del maíz era llamado nixtamalización, y consistía básicamente en cocinar los granos de maíz en soluciones alcalinas, lo que aumentaba enormemente el valor nutricional de la mazorca común.

El agua, atole y pulque, el jugo fermentado del maguey ; fueron las bebidas más comunes entre la sociedad azteca. Además diversas bebidas alcohólicas, que eran fermentadas de la miel, jugo de diversas cactáceas y frutos. La élite de la sociedad se enorgullecía de no beber pulque, una bebida de plebeyos ; ya que preferían beber diversas bebidas preparadas con cacao,

  1. Esta bebida era uno de los mayores lujos disponibles; ya que fue la bebida de gobernantes, guerreros y nobles.
  2. Fue condimentada con vainilla, miel y una aparentemente interminable lista de hierbas y especias, entre ellas chiles.
  3. Alguna vez fue utilizado el cacao como moneda entre los aztecas; el valor de los granos dependía de su tamaño y peso.

La dieta azteca incluía una impresionante variedad de animales: pavos y diversas aves de corral, además de tuzas, iguanas, ajolotes (un tipo de salamandras común en el lago de Texcoco ), camarones, pescado y una gran variedad de insectos, huevos y larvas de insectos.

  • También consumían diversos hongos y setas, especialmente el huitlacoche, un hongo parásito que crece en las mazorcas del maíz.
  • La calabaza era muy popular y se le encontraba en muchas variedades diferentes en los mercados del México prehispánico; también eran consumidas sus semillas, ya fueran frescas, secas o tostadas, eran especialmente populares.
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Los tomates también eran un ingrediente común, aunque se consumían diferentes variedades a las actuales; se le consumía a menudo mezclado con chile en salsas o como relleno para tamales.

¿Cómo era la forma de vestir de antes?

LA PREHISTORIA Practicamente no hay restos de vestimenta en la prehistoria más antigua. En un principio los seres humanos se vestían para protegerse del frío, para ello utilizaban pieles de animales. Para coser las pieles usaban agujas que ellos mismos fabricaban con huesos.

¿Qué joyas usaban los mexicas?

Los materiales más valorados para la joyería fueron el jade, la turquesa y la serpentina, a las que se atribuían propiedades mágicas y otros simbolismos. Los materiales más valorados para la joyería fueron el jade, la turquesa y la serpentina, a las que se atribuían propiedades mágicas y otros simbolismos.

¿Qué significa el color rojo para los mexicas?

Los uniformes de Mexicas están compuestos de los colores negro, rojo y blanco. El negro representa la nobleza, prestigio y fortaleza, dentro y fuera del campo. El rojo es la fuerza, la pasión y la sangre de sus antepasados.

¿Cómo se le llama al símbolo de los mexicas?

/ C.M.H.LB. Caravelle n° 76-77, p.105-1 17, Toulouse, 2001 El águila real, símbolo del pueblo mexica PAR Mercedes de la GARZA C. El Colegio de México El veloz vuelo del águila —que puntas hace al Cielo y del Sol bebe los rayos, pretendiendo entre sus luces colocar su nido—.

  1. Sor Juana Inés de la Cruz, Primero sueño) Los animales han sido esencialmente significativos para el hombre a lo largo de su historia.
  2. En los pueblos antiguos el vínculo con el animal fue muy estrecho: proporcionaron alimento, materiales para el vestido, adornos, amuletos, armas e instrumentos, y fueron además los símbolos por excelencia de lo sagrado: epifanías de los dioses, acompañantes o mensajeros de ellos, demiurgos, imágenes de los niveles cósmicos y de las fuerzas naturales.

Por todo ello, la relación hombre-animal fue una de las más fuertes en el mundo de la naturaleza. Los animales, especialmente las serpientes, los lagartos, los osos, los grandes felinos, los venados, los toros y las aves, es decir, aquellos que el hombre considera más poderosos, admirables y terribles, y, por tanto, más cargados de sacralidad, fueron los seres de los que quiso adquirir mágicamente cualidades, imitando su comportamiento, portando sus pieles, usando sus cabezas como tocado, pintándolos con sorprendente fidelidad en lo más profundo de las cavernas sagradas.

¿Cuál era la artesanía de los mexicas?

Los artesanos mexicas (aztecas) reprodujeron el estilo de otras culturas en obras ornamentales talladas en piedra verde como jade, jadeíta y serpentina, que eran consideradas originales de los olmecas, mixtecos, teotihuacanos y mayas, informaron hoy fuentes oficiales.

NOTICIA 21.06.2012 – 00:00h México, 20 jun.- Los artesanos mexicas (aztecas) reprodujeron el estilo de otras culturas en obras ornamentales talladas en piedra verde como jade, jadeíta y serpentina, que eran consideradas originales de los olmecas, mixtecos, teotihuacanos y mayas, informaron hoy fuentes oficiales.

  • Los especialistas indicaron que desde 1978 en los trabajos de rescate del Templo Mayor de Tenochtitlan se hallaron numerosas obras talladas en piedra, las cuales se consideraban originales de otras culturas, indicó el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en un comunicado.
  • No obstante, los estudios efectuados a 406 piezas de piedra verde revelaron que la mayor parte de ellas fueron manufacturadas en Tenochtitlan y no en las regiones lejanas como se pensaba originalmente.

El arqueólogo Melgar Tísoc explicó que con los estudios se pudo determinar que la mayoría de las obras fueron elaboradas con la misma tecnología utilizada por los mexicas, y que son muy pocas las obras originales de otras culturas. Tísoc explicó que las piezas fueron elaboradas por los artesanos lapidarios, denominados tlatecque en lengua náhuatl, que recreaban “los estilos venidos de fuera del imperio”, y que la mayoría de objetos se crearon dentro de Tenochtitlan y corresponden en el tiempo con el que se conoce como “estilo imperial tenochca”.

Añadió: “por su exclusividad en el Templo Mayor de Tenochtitlan, podemos determinar que los objetos son propios de este recinto”. Asimismo, señaló que los artesanos se reunían en un solo lugar para hacer estas piezas, las cuales mantienen formas, tipos de piedra y técnicas de manufactura similares. “Todo ello refleja un taller dependiente y un consumo exclusivo para el culto más importante, cerrado y elitista de los mexicas, que era el Huey Teocalli o Templo Mayor”, concluyó el especialista.

Conforme a los criterios de

¿Dónde se originaron los mexicas?

De acuerdo con la historia y mitología mexica, éstos emigraron de un lugar llamado Aztlán ‘lugar de blancura’ o ‘lugar de las garzas’ y de la mítica cueva Chicomóztoc ‘el lugar de las siete cuevas’ y peregrinaron al Valle de México entre los siglos XII y XIII.

¿Cuál es la diferencia entre los aztecas y los mexicas?

Resumen por magnitud: Nahuas, aztecas o mexicas –

Nahuas: pueblos hablantes del náhuatl. Su presencia en Mesoamérica data del 500 d.C. Aztecas: Gentilicio tardío para referirse a la nahuas que salieron de Aztlán. Mexicas: Gentilicio dado por el dios Huitzilopchtli a los aztecas que fundaron México-Tenochtitlán y, posteriormente, México-Tlatelolco.

aztecas aztlan mexicas mexico tenochtitlan México-Tlatelolco nahuas náhuatl Cómo Se Vestían Los Mexicas En Fiestas Filósofo por formación. Contempla el alma e imaginación de México.

¿Que vestían las mujeres aztecas?

Texto completo – 1 Los mexicas, también denominados aztecas, ocupaban el centro de México en el momento de la conquista española. Hablantes de la lengua náhuatl, son conocidos por la riqueza de sus prácticas rituales. En varias de sus ceremonias sobresalía la importancia de ciertas prendas de vestir tejidas de algodón o de fibras vegetales, o simplemente hechas de papel de amate, y cubiertas de diseños.

1 Hvidtfeldt, Arild, Teotl and Ixiptlatli. Some Central Conceptions in Ancient Mexican Religion, Cope (.)

2 El término ixiptla ha sido traducido al alemán por Seler por Abbild, al inglés por Dibble y Anderson por image o impersonator, 1 deputy o representative (sus sinónimos), y al español por “imagen”, “semejanza” y “substituto”. La idea general es que el ixiptla no es un simple representante del dios sino que lo encarna realmente, por lo cual, en español se designa a menudo con la ayuda del neologismo “personificador”.3 La noción tenía dos campos de aplicación siendo el primero el ejercicio del poder.

  • En este marco, el rey era ixiptla de algunos dioses que personificaba ante sus sujetos y a su vez tenía a sus propios ixiptla, hombres que actuaban en calidad de representantes y embajadores suyos.
  • El segundo campo de aplicación de la noción lo conformaban las prácticas religiosas y sacrificiales.
  • En este marco, el ixiptla representaba a una divinidad; dicha “imagen” podía ser tanto una estatua, un objeto, un sacerdote, como la víctima sacrificial inmolada en honor y representación del dios.4 La palabra ixiptla era compuesta de tres términos: 5 i-ix(tli)-xiptlah(tli): i-ix-xiptlah i, “su, sus”, ix(tli), “ojos” o “cara”, xiptlah(tli), “cobertura”.6 Debería de escribirse ixiptlah, con una oclusión glotal indicada por la letra –h al final, pero utilizaremos la ortografía acostumbrada que no la hace aparecer.

El recorte gramatical no plantea problemas, salvo la repetición de los fonemas “i” ( i – i x ) y “x” ( i x – x iptlah) que no ha sido captada por la mayoría de los autores, siendo el origen de varios malentendidos. Formas derivadas son el nombre te-ix(tli)-xiptlah(tli), y los verbos i – ix-xiptlah-ti (“ser su personificador”) y te – ix-xiptlah-ti (“ser el personificador de alguien”).

2 López Austin, Alfredo, Hombre-Dios. Religión y política en el mundo náhuatl, México, Universidad Na (.)

7 Como es la regla con todas las palabras compuestas en náhuatl, la lectura de ixiptla empieza por el fin, en este caso, el nombre xiptlah(tli), Éste da indicaciones sobre el tipo de vínculo existente entre el personificador y el personificado pues describe la manipulación corporal indispensable para realizar la operación de personificación y substitución.

3 Por ejemplo: “Les horadaste los ojos, les abriste las orejas”, in tiquimixcoyoni, in tiquinnacaztla (.) 4 En náhuatl clásico, un término único puede resumir la serie de términos que encabeza. Véase un ejem (.)

8 Delante del término xiptlah(tli), “cobertura”, se encuentra la palabra ix(tli), que significa “ojos”. Constituye la cabeza de lista de una serie que comprendría: “ojos, orejas u oídos, labios, quijada, lengua, soplo y palabra”, como se puede deducir de la compilación de varios extractos de discursos rituales.3 Dichas palabras designan los órganos situados en la cara – que recibe también el nombre de ixtli,

5 A nivel gramatical, es correcto juntar de esa manera dos términos en una palabra compuesta; por eje (.)

9 Esto nos lleva a proponer una nueva traducción de ixiptla que descansa en el significado de las dos partes de la palabra compuesta: “envoltura” ( xiptlahtli) se refiere al hecho de cubrirse con la vestimenta de un dios para volverse su “personificador”; “ojos” o “cara” ( ixtli) es la palabra que resume la serie de órganos de los que depende la capacidad de ver, oír y expresarse como el dios.

6 No era el caso en el marco del ejercicio del poder, pues el rey azteca tlahtoani (“él que habla-man (.)

10 De esa manera, la noción de ixiptla expresaba la relación entre dos entidades: el personificado – el cual, en el ámbito de los rituales sacrificiales era siempre uno de los numerosos dioses mexicas – 6 y el personificador – que podía ser tanto una persona humana como cualquier tipo de objeto –.

7 Un nombre equivalente a (te)ixiptla: (te)patillo (“representante”); los verbos significando “person (.)

11 Al asumir sus papeles rituales, los hombres, las mujeres y los niños podían llegar a personificar a un dios. La tipología de los personificadores humanos que sigue ha sido establecida tomando en cuenta el conjunto de las palabras en náhuatl sinónimas o equivalentes al nombre “personificador” y al verbo “personificar”.7

8 In cecenyaca impam mixehua quinmixiptlahtiaya in ahzo Quetzalcoatl ahnozo Tlaloc (FC VII: 27). 9 Hualmotecpanah in ixquichtin teixiptlahuan, in inpatilohuan, in ixquichtin teteoh: motocayotiaya te (.) 10 Quinyacantiuh in ixquichtin imixiptlahhuan in impatillohuan diablomeh (FC II: 156). La versión en e (.)

12 La primera categoría de personificador ritual era constituida por los sacerdotes que iban en procesión o bailaban durante las fiestas, vestidos de la indumentaria propia de una divinidad. Esto ocurría, por ejemplo, durante la ceremonia del Fuego Nuevo, al terminar un ciclo de cincuenta y dos años: “cada uno representaba, personificaba sea a Quetzalcóatl sea a Tláloc “.8 Pasaba lo mismo durante las diez y ocho fiestas anuales de veinte días. Figura 1 – El personificador de la diosa Cihuacóatl durante la fiesta anual de Tititl (Códice Borbónico, lám.26), croquis de D. Dehouve.

11 Ce tlacatl cuitlachtli ipan quiza, ipan mixehua (FC II : 52). Inin ipan mixehuaya in opochtli (FC I (.) 12 In ihcuac ce tlacatl mochihchihuaya quimixiptlatiaya totec commaquiaya in iehuayo malli, “entonces (.)

13 En los rituales anuales, también actuaban un gran número de actores rituales. Así, por ejemplo, en Tlacaxipehualiztli, un hombre se vestía como un oso y otro desempeñaba el papel de un guerrero invencible como personificación del dios “zurdo” Opochtli.11 Después del sacrificio, los guerreros jóvenes vestían la piel de la víctima desollada y, de esta manera, personificaban al dios del Desollamiento, Xipe Totec (Fig.2).12 Figura 2 – Los personificadores del dios Xipe Totec vestidos de una piel de guerrero desollado ( Florentine Codex, L. II, cap.21, il.3), croquis de D. Dehouve.

13 Por ejemplo, un hombre era sacrificado bajo la forma del dios Yacatecuhtli (yehhuatl caltiaya, quix (.)

14 Al contrario de estos actores rituales, los personificadores destinados a ser sacrificados encarnaban a la deidad con la finalidad de morir en representación suya. Este caso, muy conocido, es el objeto de numerosas referencias en la obra de Sahagún (Fig.3).13 Figura 3. El personificador del dios Tezcatlipoca antes de su sacrificio ( Florentine Codex, L. II, cap.24, il.15), croquis de D. Dehouve.15 Cabe señalar que estas tres clases de personificadores – sacerdotes, actores rituales y sacrificados – encarnaban a la deidad de manera semejante.

14 Quixeuhqueh, quitlacaquetzqueh, cuahuitl tlaxihxintli in quichiuhqueh (FC IX: 83). 15 Izcalli (FC II : 159) y Tepeilhuitl (FC II : 131).

16 La divinidad podía también encarnarse en un artefacto, como por ejemplo la imagen del dios de los artesanos, Coyolinahual: “Hicieron de él, dieron una forma humana a una estatua hecha de madera labrada”.14 De la misma manera, un muñeco cargado de una máscara y vestido de plumas representaba al dios del Fuego, Xiuhtecuhtli, durante la fiesta de Izcalli y los cerros deificados se encarnaban en figuras hechas de masa de amaranto en Tepeilhuitl.

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16 FC IX: 9. El caucho (olli) se extrae de los árboles Castilla elastica o Hevea brasiliensis (véase C (.) 17 FC I: 47. 18 Reyes Equigas, Salvador, El huauhtli en la cultura náhuatl. Tesis para obtener el grado de maestro (.)

17 Es de subrayar que dichas representaciones materiales llevaban las dos características del ixiptla : los órganos de comunicación y la cobertura. En lo que se refiere a la primera, se representaba generalmente su cara por medio de una máscara, o de sus ojos y oídos.

Así, sobre las tiras de papel de amate, pintaban con caucho una boca, una nariz y ojos.16 Los cerros deificados representados en pasta de amaranto llamados tepictoton recibían dientes de semilla de calabaza y ojos de frijol (Fig.4).17 Las imágenes eran “humanizadas por el rostro”, como lo explica acertadamente un estudio: eran dotadas de órganos de percepción para conocer y recibir las ofrendas y lo primero que se les ponía eran simulacros de ojos y bocas.

Además los cerros “hablaban” y también escuchaban los mensajes del hombre. “La vitalidad de las figuras de tzoalli es patente no sólo por su posibilidad de establecer comunicación con los hombres sino también porque perciben sus actos”.18

19 Jiménez Moreno, Wigberto (ed.), Primeros Memoriales México, Instituto Nacional de Antropología e Hi (.)

Figura 4 – La representación de los cerros deificados ( Primeros Memoriales, lámina 3), 19 croquis de D. Dehouve.

20 López Luján, Leonardo y Ximena Chávez Balderas, “Al pie del Templo Mayor: excavaciones en busca de (.)

18 La segunda característica del ixiptla era la cobertura. El muñeco de madera o la figura de pasta de amaranto personificaba a un dios porque estaba cubierto de sus insignias. Lo podemos comprobar al comparar los atuendos del dios Quetzalcóatl presentados en un esquema por los informantes de Sahagún (Fig.5a) y un objeto encontrado in situ por los arqueólogos del Templo Mayor de la ciudad de México (Fig.5b).

Se trata de un cuchillo sacrificial de pedernal que pertenecía a un conjunto de veintisiete cuchillos conservados en una caja. Los arqueólogos han mostrado que cada pedernal llevaba puestos los adornos propios de una deidad, 20 por lo cual podemos deducir que representaba y encarnaba a este dios. Ahora bien, el cuchillo aquí reconstituido tal como fue depositado a principios del siglo XVI lleva los adornos del dios Quetzalcóatl, con características del dios del Viento, de manera resumida con referencia al esquema de Sahagún.

Reconocemos el collar de caracoles presente en las dos imágenes y un atributo característico del viento, el llamado “anillo” ( anahuatl ) o “joya de viento” ( ehecacozcatl ) que el pedernal lleva en colgante (b) y el dios trae en su escudo (a). Al lado de estos elementos bien identificados, el pedernal estaba vestido de un pedazo de piel de mono y traía en su tocado un ornamento de oro y una cuenta de jade, lo que era menos común en las representaciones de Quetzalcóatl.

21 León-Portilla, Miguel (ed.), Ritos, sacerdotes y atavíos de los dioses, México, Universidad Naciona (.)

Figura 5 – El dios del viento identificado por sur atavíos. (a) Quetzalcoatl, Primeros Memoriales, fol.261 v.21, croquis de D. Dehouve (b) Cuchillo de pedernal con atavíos de Ehécatl Quetzalcóatl, 31 x 14 x 7.5 cm, Ofrenda 125, Templo Mayor. Cortesía del Proyecto Templo Mayor.

22 Como lo muestra esta cita: “de la misma manera que era ataviado Huitzilopochtli, así se ataviaba el (.) 23 It seems mainly to be the raiment and other array of the objects and persons which ‘makes’ them int (.)

19 Este caso permite retomar la distinción hecha arriba entre el personificador y el personificado. El personificador era el soporte del atuendo y podía ser tanto un humano como un objeto material. El personificado era el dios contenido en su atuendo. Por tanto, el ixiptla o personificador estaba creado por la unión del soporte y del atuendo.22 El proceso fue definido de manera acertada por Hvidtfeldt: “Parece ser principalmente el atuendo y la indumentaria puestos a los objetos y las personas que los ‘transforman’ en lo que denota sus nombres de culto”.23 Se puede decir que la personalidad de las divinidades estaba contenida en su vestimenta.

Así, la identidad temporaria del dios se encarnaba en coberturas de varios tipos, colocadas sobre soportes distintos, con finalidades rituales específicas.20 El atuendo consistía de un gran número de objetos distintos hechos en una amplia gama de materiales. En su modalidad más sencilla, esta cobertura no era más que la piel del enemigo desollado (Fig.2).

En sus formas más elaboradas, fueron los adornos lujosos de los dioses conservados en los templos los que se ponían los sacerdotes o los reyes y los transformaban en personificadores (Fig.1).21 Al fijarse en los atuendos dibujados por los informantes de Sahagún, son los adornos los que llaman la atención, más que la vestimenta propiamente dicha.

Así, el dios Quetzalcóatl (Fig.5a) llevaba una pintura corporal, un tocado, joyas, una forma figurativa en la espalda, una manta de cadera, adornos de tobillo y sandalias, un escudo y una insignia de mano. Las materias primas con las cuales estaban hechos los atuendos comprendían el papel, las plumas, las piedras, el cuero de animal y, aparentemente de manera más escasa, los textiles.22 Sin embargo, descartando la multiplicidad de estas formas y materiales presentes en las joyas e insignias, me concentraré en la indumentaria.

A pesar de que los dibujos de los dioses elaborados por los informantes de Sahagún no pongan el acento en las piezas de vestimenta, veremos que estaban presentes y, además, que varios textos en náhuatl, así como los hallazgos arqueológicos, atestiguan su importancia en los rituales de personificación o ixiptla,

24 Stresser-Péan, Claude, Des vêtements et des hommes. Une perspective historique du vêtement indigène (.)

23 Como lo ha mostrado Claude Stresser-Péan, 24 la vestimenta masculina comprendía dos elementos principales: el taparrabos llamado maxtlatl y la capa llamada tilmahtli (“tilma” en español de México). El taparrabos era una manta rectangular de varios metros de largo y 20 cm de ancho que se enrollaba alrededor de la cintura y entre las piernas.

  • Si estos taparrabos eran usados por todos los representantes de la población masculina, los de la nobleza llevaban adornos especiales en las puntas.
  • La capa o tilma era una gran tela cuadrada o rectangular, de algodón o fibra de maguey, constituida de varios lienzos cosidos; atada en el hombro derecho, cubría la totalidad del cuerpo del hombre.

Las capas de los nobles llevaban ricos adornos. A estas dos piezas, cabe añadir la chaqueta llamada xicolli, una túnica de manga corta abierta delante del pecho, que llegaba debajo de la cintura. Era llevada por la nobleza y los sacerdotes, principalmente en contexto ritual.24 La vestimenta femenina comprendía una falda llamada cueitl hecha de una manta rectangular larga enrollada alrededor de la cintura.

25 El papel de amate se obtenía golpeando las fibras de la corteza del palo de amate (Moraceas Ficus), (.)

25 Los tejidos eran hechos de fibras de ixtle (agave) o de hilos de algodón, dependiendo del rango de la persona, pues el algodón era reservado a la nobleza. A estas dos materias es preciso añadir el papel, 25 en contexto ritual. En efecto, las prendas llevadas por los sacerdotes y los sacrificados, las que cubrían los bultos funerarios y las que se ofrecían en los depósitos rituales, eran frecuentemente hechas de papel.26 Hemos dicho que el atuendo propio de cada divinidad contenía la esencia del dios, en razón de su simbología: así la “joya de viento” dibujaba un remolino que representaba el atributo del dios del Viento.

26 Por ejemplo, tilmahtli tlahcuilolli (FC II: 58), xicolli zan tlahcuilolli (FC XII: 12), icuauhhuipi (.) 27 Molina, fray Alonso de, Vocabulario en lengua castellana y mexicana y mexicana y castellana, México (.)

27 Una palabra en náhuatl designa estos dibujos: tlahcuilolli (de tla-ihcuilol-li, “cosa pintada o escrita”). En efecto, el mismo verbo ihcuiloa se traduce al español por “escribir” y “pintar”, dado que la escritura, que conocemos por el intermediario de los libros pictográficos denominados códices, constaba de pinturas figurativas convencionales.

  • Por tanto, el término tlahcuilo (generalmente ortografiado tlacuilo ) significaba a la vez “escriba” y “pintor”.
  • Cada una de las prendas de vestir mencionadas arriba podía calificarse de “escrita” o “pintada”, especialmente la capa, la chaqueta, la falda y la camisa.26 Las traducciones antiguas hablan generalmente de “pinturas” como el Vocabulario de Molina 27 que traduce tilmatlahcuilolli por “manta pintada”, pero los estudios modernos prefieren el término “con motivos”.

En efecto, tlahcuilolli no se refiere a una técnica en especial sino a la presencia de formas figurativas que podían ser obtenidas por las técnicas del brocado, del bordado, del teñido por reserva o de la pintura. Igualmente, los diseños aplicados sobre el cuerpo humano se designaban con la ayuda de este término, sin precisar si se trataba de pintura corporal o de tatuaje.

28 Stresser-Péan, op. cit., p.109. 29 çan in maxtlatl, huellaçontlanqui: auh in itlamachio inic no tlaquaquallo inic tlaquittli (FC XII: (.)

28 La pintura sobre las prendas de vestir era frecuente y Claude Stresser-Péan menciona su presencia en contexto funerario en las cuevas vecinas de la ranchería de La Garrafa, municipio de Siltepec (Chiapas). En una necrópolis del Clásico reciente (650 a 900 d.C) se han descubierto ofrendas funerarias, en particular una capa y una chaqueta pintadas de representaciones de dioses: “estas telas constituyen el soporte de una escritura comparable a la de un códice, y con toda certeza, transmiten un mensaje religioso”.28 Dicha anotación es de suma importancia ya que veremos que las prendas ofrecían una superficie muy adecuada para recibir un mensaje pictográfico.

30 “cabezas, manos, fémures, costillas, espinillas, huesos del antebrazo, pies”, tzontecomatl, macpall (.) 31 FC II: 72 y XII : 52. 32 Mikulska Dabrowska, Katarzyna, El lenguaje enmascarado. Un acercamiento a las representaciones gráf (.)

29 Más que en los materiales y la técnica empleados que revelaban sobre todo el grado de lujo de la vestimenta, la eficacia ceremonial residía en los motivos. Cada dios poseía los suyos, acordes a su personalidad. Así, a Huitzilopochtli le pertenecía el denominado tlaquaquallo término que se refería a la representación de calaveras, varios tipos de huesos largos y pedazos de cuerpo humano (Fig.6).30 El término tlaquaquallo proviene de la duplicación del verbo cua, “comer”, cuyo sentido puede ser “morder” o “masticar”.

  1. Dado que se ortografía generalmente con doble “l” ( tlaquaquallo y no tlaquaqualo ), se puede proponer el análisis siguiente: tla-cua(h)-cua-l(li)-(y)(l)oh : “lleno de cosas mordidas”, es decir, de partes de cuerpo masticadas o despedazadas.
  2. En otras palabras, el motivo tlaquaquallo representaba el despedazamiento del cuerpo humano.

Aunque Huitzilopochtli compartiera este motivo con otros dioses (el dios guerrero Tezcatlipoca y el dios de los muertos Mictlantecuhtli), su personificación ( ixptla ) se cubría de prendas pintadas con este motivo. Durante la fiesta de Toxcatl, se labraba una imagen hecha de pasta de amaranto, cubierta de varios ornamentos a los cuales se añadía un taparrabos, una chaqueta y una capa con las “cosas mordidas”.31 Otras mantas con el mismo diseño eran utilizadas durante la entronización del rey de México-Tenochtitlan, cuando el rey tlahtoani, junto con sus cuatro coadjutores, eran vestidos de una manta ( cuachtli ) cubierta de motivos de huesos, antes de empezar su penitencia. Figura 6 – Una manta con el diseño de “cosas mordidas” ( Códice Tudela, fol.50 r), croquis de D. Dehouve

33 ixicol tlachalchiuhihcuilolli, FC XII : 12. 34 El dios Tláloc lleva una chaqueta de neblina (ayauhxicolli), FC I: 7 y su sacerdote también, FC II: (.)

30 Los motivos propios del dios de la lluvia y del cerro, Tláloc, no fueron descritos de manera detallada en los textos. A propósito de un atuendo de Tlalocan tecuhtli (otro nombre de Tláloc), un texto menciona “su chaqueta con el diseño de jade”.33 Durante el mes de Etzalcualiztli consagrado al mismo dios, los sacerdotes se vestían con las prendas del dios para volverse su ixiptla,

35 López Luján y Chávez Balderas, op. cit., p.316. 36 Stresser-Péan, op. cit., p.112. 37 Dupey, Élodie, “Ulli, tlilpopotzalli, apetztli. Un acercamiento a las pinturas negras aztecas”, en (.) 38 Vauzelle, op. cit., p.87.

31 Del Templo Mayor de la ciudad de México-Tenochtitlan, proviene una chaqueta descubierta en la Ofrenda 102, dedicada a los dioses pluviales (Fig.7).35 Es uno de los pocos textiles prehispánicos que se han conservado hasta la fecha. Está hecho de una tela de algodón tejida 2 hilos por 1, lo que comprueba su calidad.36 Lleva un motivo realizado con “negro de carbón”, una tinta sacada de los residuos de la combustión del pino.

39 Mikulska Dabrowska, op. cit., p.187-195.

32 El dibujo de la chaqueta está constituido por unas líneas que se cruzan diagonalmente formando rombos, dentro de los cuales hay un círculo. Mikulska ha mostrado que este diseño está presente en casi todas las manifestaciones de la tierra en el Códice Borgia y en las representaciones de los cerros en numerosos libros pictográficos (Fig.8).39 De esa manera, tanto el dibujo como la materia de la tinta pertenecían a Tláloc, como dios del cerro y productor de neblina.

See also:  Cuánto Miden Los Manteles Para Mesas Rectangulares De Fiesta?

40 Stresser-Péan, op. cit., p.112.

Figura 7 – La chaqueta de Tláloc (Ofrenda 102, ca,1502, mexica, textil de algodón, 118 x 100 x 3 cm, Museo del Templo Mayor, inv.265944).40 Cortesía del Programa de Arqueología Urbana y de Riveneuve éditions. Figura 8 – El dios Tláloc en su cerro, Códice Borbónico, lám.24

41 Anawalt, Patricia Rieff, “The Emperor’s cloak: Aztec Pomp, Toltec Circumstances”, American Antiquit (.)

33 Visto de lejos, el diseño de la chaqueta de Tláloc se parece al motivo que cubre la capa de los reyes de categoría tlahtoani, sin embargo, es mucho más sencillo. En efecto, la capa real lleva grecas (llamadas step-fret design en inglés, xicalcoliuhqui en náhuatl) y dos formas geométricas: el cuadrado y el diamante.

  1. Anawalt 41 demostró que el diseño fue obtenido mediante la combinación de dos técnicas de teñido por reserva: el batik y el plangi,
  2. El batik sirvió para producir cuadrados, aplicando una capa de cera sobre las áreas que no se deseaban teñir.
  3. El plangi fue utilizado para representar diamantes, doblando y amarrando la tela de manera que no absorbiera la tinta.

Por su parte, el motivo de la chaqueta de Tláloc está hecho de las líneas blancas que encierran a la manera de un trenzado los diamantes negros en cuyo centro se encuentra un círculo blanco y un punto negro. La técnica de teñido utilizada, aun por investigar, pudo haber incluido una o varias técnicas por reserva.

42 Stresser-Péan, op. cit., p.112-115. 43 Capa, ca.1502, mexica, textil de algodón y fibras de ixtle, 101 x 77 x 3 cm, Museo del Templo Mayo (.) 44 Domenici, Davide, “Un posible caso de sacrificio de niños del Clásico Tardío en el área zoque: la c (.) 45 Stresser-Péan, op. cit., p.111.

34 Unas pocas prendas han sido encontradas en las cuevas dedicadas al culto prehispánico de este dios, entre las cuales se puede mencionar una chaqueta – hoy destruida – trenzada de fibras de agave y pintada, encontrada en una cueva de Malinaltenango, estado de México.42 Una capa de algodón y fibras de ixtle con otros motivos se encontraba en la Ofrenda 102 del Templo Mayor, ya referida.43 Unos restos de tejido con motivos cubrían a los niños sacrificados en el Posclásico (900 a 1521 d.C.) en la zona zoque.44 Finalmente, al contrario de todos los vestidos arriba mencionados que medían el tamaño de una prenda masculina, también existieron ofrendas de vestimenta miniaturizada destinada a Tláloc.

46 ihuan ihuipil tlaaihcuilolli, aihcuiliuhqui : auh in iten in ihuipil, tlachalchihuihcuilolli, chalc (.) 47 atlahcuilolli in ihuipil, in icue atlahcuilolli, Primeros Memoriales (León-Portilla, Miguel, ed.), (.)

35 Para terminar, otro ejemplo de prenda con motivos está proporcionado por la diosa de la sal, Huixtocihuatl. Durante su fiesta de Tecuilhuitontli, una mujer la personificaba antes de ser sacrificada en nombre suyo. Como era la regla, dicha personificación era obtenida mediante los atavíos que se le ponían.

Al lado de varios adornos e insignias, figuraban una camisa y una falda adornadas de motivos de agua (Fig.9): “Y su camisa tiene una pintura con el diseño del agua, está pintada de motivos de agua. Y el borde de la camisa es una pintura de piedras de jade, está pintada de jade, la bordura es un montón de nubes, una pintura de nubes.

Y su falda una pintura semejante “.46 La diosa del agua terrestre, Chalchiuhtlicue, llevaba un motivo semejante en su falda y su camisa, como lo atestigua la descripción y el dibujo que hicieron de ella los informantes de Sahagún.47

48 León-Portilla, Miguel (ed.), op. cit., p.136.

Figura 9 – El motivo de agua en la falda y la camisa de la diosa de la sal, Huixtocihuatl ( Primeros Memoriales, fol.264 r) 48 36 El papel de la vestimenta ritual se entiende a la luz de la noción mexica de “personificación” ( ixiptla ) que asocia la presencia de los órganos de comunicación contenidos en una cara humana ( ixtli ) a la cobertura estampada con los símbolos propios de una deidad ( xiptlahtli ).

Cuando el personificador era humano, prestaba al dios sus propios órganos, eventualmente cubiertos de una máscara o una pintura facial. De ser un objeto material, era dotado de la representación de unos ojos, nariz, boca y/o orejas. El proceso de encarnación tomaba efecto al envolver el soporte en el atuendo específico de una deidad.

Los atavíos constaban de una gran variedad de figuras y materiales. Entre ellos se distinguían las prendas de vestir comunes: taparrabos, capa y chaleco para los dioses, falda y camisa para las diosas. Si bien la prenda propiamente dicha era significativa, lo que más importaba eran los diseños dibujados en su superficie, que designaban simbólicamente a la deidad personificada.

Así se explica la gran variedad de los materiales y de las técnicas usadas: las telas de algodón con motivos incorporados en el tejido eran las más lujosas, pero las prendas rituales consistían más a menudo en una simple tela o una tira de papel de amate cubierta de pinturas. Las mismas necesidades de la personificación permiten entender también que el tamaño de las piezas de vestimenta haya variado, desde el tamaño de una prenda humana hasta el objeto miniaturizado destinado a vestir un soporte material diminuto.

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¿Cómo se vestían los hombres?

En un principio los seres humanos se vestían para protegerse del frío, para ello utilizaban pieles de animales. Para coser las pieles usaban agujas que ellos mismos fabricaban con huesos.

¿Cómo era la mujer mexica?

¿Qué papel tenían las mujeres en la sociedad mexica? Las de alto rango se encargaban de los rituales previos a la guerra, y eran educadoras en instituciones de enseñanza En la antigua Tenochtitlan las mujeres tenían un rol importante, tanto en la vida cotidiana como en sucesos relevantes de la familia (administraban los bienes del hogar y dirigían los rituales a su interior), y en el ámbito social, se desempeñaban como educadoras en instituciones de enseñanza, como el calmécac y el tepochcalli.

Complementaban las funciones que el hombre hacía al exterior de la comunidad, es decir las guerras, las conquistas, los rituales públicos y el cobro de tributos. Ellas, por tanto, se ocupaban de las actividades internas, como los rituales hogareños, los códigos de comportamiento, el arte culinario, la administración de los bienes de la casa y el desarrollo económico de cada familia, al ser las encargadas de la producción de textiles y de artículos para el trueque”, explica, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Desde la infancia las mujeres tenían la obligación de ser el equilibrio y soporte de la familia. Así lo refiere un fragmento de las crónicas de fray Bernardino de Sahagún, donde se describe el nacimiento de una niña a quien la partera indica, frente a las demás mujeres de la comunidad, que deberá ser ‘el corazón de su hogar’.

“En el caso de las mujeres pillis, aquellas que pertenecían al alto rango social tenochca, estaban destinadas a ser las futuras esposas de jefes guerreros, altos funcionarios y gobernantes mexicas, por lo que recibían dos tipos de educación : la práctica, utilizada para la vida cotidiana, y la ritual, que se desarrollaba en días o circunstancias específicas e incluía el aspecto religioso”, indica el historiador.

Al respecto, las fuentes documentales refieren que los hogares de alta jerarquía de la sociedad mexica eran polígamos, es decir, los hombres tenían diversas mujeres, aunque sólo una era responsable y dirigente de los cuidados y actividades de la casa y el linaje de la familia.

Estas mujeres de elevado status debían mantener limpio el hogar y a diario realizar ofrendas con hule, copal y alimentos, colocados en el altar que cada hogar tenía. Convocaban y dirigían a los miembros de la familia en las oraciones cotidianas. Un ejemplo de estas actividades eran los rituales realizados en las casas de los guerreros o cobradores de tributos antes de que partieran.

La esposa se ponía pintura facial con tizne y se vestía con ropas viejas y maltratadas, buscando que su apariencia fuera de tristeza y angustia; se ofrecían cantos y oraciones a los dioses pidiendo la bienaventuranza de los guerreros y triunfo en sus campañas.

” Al regreso del hombre, la mujer realizaba otro ritual, en este caso de bienvenida, para agradecer a los dioses la victoria y el retorno de su esposo; se ofrendaban guisos finos (con alimentos restringidos al grueso de la población), se portaban ropas elegantes con tejidos delicados y diseños con plumas, y en ocasiones se ofrecían algunos de los productos que el combatiente o recaudador de tributos traían de su expedición.” Por otro lado, la enseñanza práctica que las mujeres pillis recibían se orientaba a fines cotidianos, entre ellos hacer tejidos e hilados finos, y tener una magnifica preparación en la cocina que abarcara suculentas comidas con ingredientes exclusivos, como la carne de pelícano o el chocolate.

Además, debían saber los códigos de comportamiento y expresiones del lenguaje corporal según las circunstancias o los lugares (hogar, templo, adoratorio), así como hacer actividades de aseo, por ejemplo barrer todos los días a primera hora la casa para “sacar todos los pecados y vicios del hogar”.

Al mismo tiempo, las pillis se encargaban de la administración de las telas, joyas y alimentos al interior del hogar. En Historia general de las cosas de la Nueva España, fray Bernardino de Sahagún menciona que las mujeres también asistían a las escuelas mexicas, en un tipo de calmécac (colegio para personas de alta jerarquía) femenino, así como al tepochcalli (para gente común), aunque se desconoce qué se les enseñaba.

Por otra parte, en el Códice Florentino se dice que algunas señoras se hallaban al interior de los colegios, posiblemente fungiendo como maestras, algo que hasta el momento no se ha corroborado. “Los niños tenochcas incursionaban en las escuelas entre los seis y nueve años de edad, hasta los 15 o 19, cuando egresaban ya como adultos.

Según se lee en dicho códice, al ingresar a los colegios los infantes ‘eran recibidos por ancianas’; en otro apartado se menciona a las mujeres ofrendadoras y ritualistas al interior del lugar, lo que sugiere que tal vez una parte del sector femenino se dedicaba a impartir enseñanzas en dichas instituciones”, comenta el investigador de la UNAM.

Las fuentes históricas también hacen referencia a la participación de las mujeres dentro de actos públicos religiosos, en los cuales aportaban las ofrendas, pintaban a los involucrados y oraban. Fuente: : ¿Qué papel tenían las mujeres en la sociedad mexica?

¿Cómo era la vestimenta de las mujeres antes?

LA MODA EN MÉXICO A FINALES DEL SIGLO XIX La moda suele ser considerada una huella de la sociedad en el tiempo que nos da una idea de cómo era la vida cotidiana durante una década o un siglo en particular. Una de las principales características de la moda es que, durante la mayor parte de la historia de la humanidad, ha sido personalizable, es decir, la producción en masa es algo relativamente nuevo.

  1. Los recursos necesarios para crear una sola pieza provocaban que su adquisición fuera limitada, por lo que el uso de la creatividad era imprescindible para hacer que la vestimenta se viera siempre como una pieza nueva.
  2. En la mayor parte de los casos, esto se lograba a través del uso de accesorios.
  3. Así pues, en esta exposición te presentamos vestimentas y accesorios que representan al México de finales del siglo XIX, principios del siglo XX.

En su mayoría, la adquisición de vestimentas provenía de sastres mexicanos. Sin embargo, en esa época, los modistos europeos eran un referente mundial por sus aportaciones a la creación de la industria del vestido como la conocemos hoy en día. En el siglo XIX aparece Charles Frederick Worth, padre de la Alta Costura, el cual comienza a firmar sus prendas y a presentar en Francia colecciones anuales.

Este personaje influye fuertemente en la moda de México durante el Porfiriato. Los textiles con los que se confeccionaba la ropa eran, en su gran mayoría, de algodón, manta, lana o lino. Por otro lado, las personas que podían darse el lujo de vestir prendas de Alta Costura traídas de Francia usaban telas como encajes o sedas.

Institución: Museo Nacional de Historia : LA MODA EN MÉXICO A FINALES DEL SIGLO XIX